La energía geotérmica es aquella que se obtiene mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra. Este calor interior de la Tierra es debido a varios factores, entre los que destacan el gradiente geotérmico, el calor radiogénico, etc.
Este calor del subsuelo se puede utilizar como fuente de energía para la obtención de agua caliente sanitaria o como sistema de climatización de un edificio. Este tipo de climatización extrae o cede el calor del interior de la tierra en función de la necesidad que existe en el interior del edificio.
Normalmente extrae el calor de la tierra en invierno, como apoyo al sistema de calefacción del edificio, y cede el calor del edificio en verano, a modo de sistema de refrigeración.
Un sistema de aprovechamiento de energía geotérmica consta de:
Una bomba
geotérmica, que permite el aprovechamiento energético.
El intercambiador
introducido en el suelo, este a su vez está formado de un conjunto de
colectores de alta resistencia a la corrosión y gran duración, enterrados en el
suelo y por el que circula la solución acuosa que sufre el intercambio de
calor.
La bomba hidráulica,
que permite la circulación de la solución acuosa.
Los estudios realizados al respecto, indican que éste tipo de sistemas de aprovechamiento de energía geotérmica pueden llegar a cubrir hasta el 70% de las necesidades energéticas de un edificio o una vivienda.